Kiosco del negro (parte I)

Dicen que en la ciudad del Imperio, existe un lugar, donde se reúnen las mentes mas disparatadas de toda la ciudad, y porque no, siendo algo subjetivistas, de todo el país. En este lugar, dicen, tienen lugar reuniones secretas donde entre otras cosas se discuten temas de vital importancia para la vida de las personas como el fútbol, economía, política, filosofía practica, estética y anatomía de aquellos que ingresan al local ignorando las perspicaces mentes de los que habitan en él; así como también otros temas de mayor importancia, que hacen de alimento del alma de las personas q se hacen llamar “La Gente del Kiosco”; en esta categoría se puede nombrar “el mejor gol de tu vida”, “el fin de semana pasado”, o simplemente “mujeres”.

El adjetivo “secreto” de las susodichas reuniones, no debe ser tomado por el lector de este informe literalmente, sino en un sentido encubierto. Esto es así porque las reuniones son realizadas a la vista de todo el publico que se incursione en el local, no están alojados en alguna caverna secreta del local; pero lo que hace secretas las reuniones, es el hecho de que al ingresar cualquier extraño al lugar si el tema puede ser muy revelador para el que habla, suele “cortarse” la charla hasta que este individuo perturbador se retire. También puede ocurrir que, simplemente, la persona que ingresa al lugar no entienda nada, por el nivel de abstracción del lenguaje hablado y/o del tema en sí.

Se sabe, por fuentes confidenciales, que esta gente se encuentra allí, detrás de un mostrador, ubicados en forma de circulo irregular, cada uno sentado en una banqueta, en formación de acuerdo a la tarea que estén realizando; así por ejemplo el que esté despachando a los clientes se ubicará en el punto exacto donde se le permite realizar su actividad y, a la vez, no descuidar la atención de los ocasionales clientes. Hay otra persona, que se ubica cerca de la puerta de la denominada “administración” (titulo engañoso si los hay, porque en la administración funciona un baño), está es el denominado “cebador de turno”, ubicado prudentemente allí porque en la administración se encuentran los artefactos necesarios para preparar el mate y, además, por cualquier incidente se encuentra cerca de los aditamentos de limpieza ubicados en la administración.

Las demás personas se ubican casi indistintamente, de acuerdo a varios criterios que se utilizan de acuerdo la situación. Así, puede que la ubicación se deba al orden de llegada o a la proximidad de la partida de las personas allí reunidas (que es directamente proporcional con la proximidad a la puerta, de modo que alguien hasta puede estar ubicado del otro lado del mostrador, “del lado de los clientes”).

Existe un elemento esencial ubicado en una de las paredes del local, que está direccionado hacia el punto donde se reúnen estas personas: un televisor. Este aparato puede estar encendido para divertimento de las personas; para hacer compañía en caso de que no se esté llevando a cabo una reunión; de musa inspiratoria de nuevos temas a discutir; o simplemente “prendido al pedo”, para servir de distracción mientras alguien habla. También puede estar apagado o en “mute”, si la conversación es atrapante.

También se dice, que las personas que atienden el lugar (uno de los cuales, me informaron, tiene el apodo de “Negro”, y dicen, es el líder de estas personas), son muy cordiales y atentas, lo que hace que uno vuelva al lugar a comprar lo que sea, debido a la “buena atención”. Mi opinión personal al respecto es que esto sucede porque en estos tiempos, la gente se trata con mucha indiferencia, y quien está detrás de un mostrador, normalmente cree manejar el mundo, porque posee algo que la persona que viene a comprar no tiene, siendo que tiene eso porque ese es simplemente su trabajo, aprovisionar a los desaprovisionados.

En fin, lo importante aquí es remarcar la atención, que hace volver a las personas al lugar cuando se encuentran desaprovisionados de cosas.

En base a todas estas informaciones, decidí hace tiempo atrás, encontrar el lugar y averiguar si realmente pasan estas cosas en este lugar. En pos de este fin, me aboque a la búsqueda del lugar, cosa que no fue difícil porque no hay tantos lugares en donde se encuentren reunidas detrás de un mostrador, hablando en una especie de código, o en total silencio si un desconocido entra.

Así di con un lugar llamado “Kiosco del Negro”, que posee todas las cualidades q mencioné antes.

Al principio, en mi calidad de “extraño” no pude lograr ningún acercamiento a tales reuniones, a pesar de mis acercamientos al lugar de las reuniones en carácter de cliente, apoyado al mostrador. Tampoco seducieron mis comentarios a los allí presentes, sobre lo que pasaban en el televisor, lo que había sucedido en el día, o cualquier acotación q hiciera; la única respuesta que logré siempre fue: “ja ja ja…” “si… tenes razón”. Y frases cortadoras de posibles conversaciones.

Acudí entonces al plan “B”, por el cual logré infiltrarme al lugar en carácter de “amigo” de uno de los miembros de esa misteriosa sociedad.[1]

Hoy cumplo 335 días de investigación, ya soy considerado “uno más del grupo”, y gozo de algunas atribuciones dentro del mismo, tales como: invitaciones a hacer deporte, a festines organizados por diversos personajes del lugar, a participar de salidas grupales organizadas por algún miembro, y tengo cuenta corriente en el lugar (esto ultimo es algo muy productivo, porque tanta investigación cuesta dinero).

Las siguientes son algunas de las anotaciones que he realizado sobre el lugar, costumbres, actividades, pensamientos, y vida de estos personajes.

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[1] Para ello tuve que iniciar una carrera universitaria para congraciarme con uno de los miembros mas nuevos, y esperar pacientemente la ocasión de ser presentado en el kiosco.