LA FRASE

"¿La diferencia entre Erótico y Pornográfico? erótico es usar un pluma; pornografía es usar la gallina entera..."
Robin Williams, en Weapons of Self Destruction

viernes, 31 de octubre de 2008

Kiosco del Negro (Parte VIII)

El mito del proveedor q no vende nada es muy conocido en el kiosco. El tipo deja su moto estacionada en la vereda del local como los demás proveedores del kiosco y entra q un bolsito típico de proveedor con la inscripción del nombre de su empresa: “Nada inc.”. Saluda cordialmente y atiende un celular como todos los demás, luego pasa a la ceremonia de hacer el pedido consistente en anotar en una boleta todo lo q el Kiosquero le dice q necesita de su empresa y de nombrarle ofertas y productos nuevos por si el Kiosquero quiere adquirí algo de lo nombrado.

Lo curioso es q este tipo pregunta q es lo q hace falta, y ante la respuesta del Negro (q ya conoce al personaje, y quizás por juego le sigue la corriente), el proveedor dice “no. eso no tengo, eso tampoco, ¡eso menos!” y así hasta q el Negro se cansa de nombrar productos y lo interpela con la ste pregunta: ¿Qué vendes entonces? A lo q el proveedor dice: nada. Y se va, no sin antes tomarse un mate, guardar todas sus cosas y saludar cordialmente a todos nuevamente.

El Negro me contó una vez q es un loco q se escapo vaya a saber uno de q manicomio y anda suelto creyendo ser un proveedor de…nada.

La Musa. Por Alejandro Dolina (Final)

Hemos dicho que la experiencia poética es una revelación de nuestro ser. El amor también lo es. Hemos dicho que el hombre vive inclinado hacia el futuro. El amor es un ir al encuentro.

En la espera todo nuestro ser es un anhelar, un tenderse hacia algo que aún no está presente y que es una posibilidad que puede no producirse, la espera nos tiene en vilo, es decir, suspendidos, fuera de nosotros.

Pero si el amor es simultánea revelación del ser y de la nada, no es una revelación pasiva, sino algo en lo que nosotros participamos, algo que nosotros nos hacemos: el amor es creación del ser.

Algo más: el amor es también una escuela de desengaños, un camino en el que paulatinamente la realidad de la pasión se revela como una quimera, hasta que la muerte despierta al amante extraviado en sus sueños. (Y esta más que una clave es el argumento de Lo que me costó el amor de Laura).

Los petrarquistas creían que la belleza femenina era capaz de operar milagros. Ya para los platónicos, la contemplación de un cuerpo hermoso era el primer escalón del ascenso hacia la divinidad. Las historias míticas y reales sobre la hermosura y sus efectos son numerosísimas: la belleza sobrehumana de Psique, que asustaba a los pretendientes o de Quione, que se atrevió a competir con Artemis. Después de todo, fue por una opinión acerca de la belleza que comenzó la guerra de Troya. Y yo me atrevo a decir que no hay un estímulo poético mayor. Negar la fuerza de este fenómeno so pretexto de feminismo o espíritu libertario es una de las formas de ceguera espiritual más incomprensibles de nuestro tiempo. Negar la belleza como virtud para no ofender a quien no la posee es como desconocer el genio por cortesía con los zonzos. Cosas asombrosas que he visto en el mundo, primero, y sin duda ninguna, la belleza femenina.

Hemos presentado algunas musas nuevas: la musa del dinero, la musa del Estado, la musa de la comodidad, la musa de la copia.
Y ahora cabe preguntarse: ¿Qué musa inspira las charlas sobre la musa? Tal vez la misma Feria es también una musa industrial que apresura a los novelistas, que pone fecha cierta a las ocurrencias y que somete a la inteligencia a unas cadenas que la anulan y que se llaman plazos.
Yo debo decir que la musa inspiradora de esta charla es la que me acompaña siempre. Es una musa de infortunio, la misma que dictó Lo que me costó el amor de Laura. Esa obra carece probablemente de todo interés, pero la forma en que me fue revelada merece prevalecer sobre su mérito artístico. Mientras escribía las modestas canciones iba dibujando el melancólico mapa de mi futuro de desventura. La musa fue también hechicera y tuvo el don de la profecía. Pero para saber cuál es la última musa falta todavía un paso.

Hemos subrayado algunos pasajes de la charla porque tuvimos la sensación de que eran pequeñas claves. La primera era una clave freudiana. Decir que las musas son hijas de la memoria es situarlas dentro de nosotros mismos y ubicar la cantera de la inspiración en el patio de nuestras propias vivencias.

La segunda clave fue recordar que originalmente las musas eran sólo tres y que esta tríada simbolizaba a la mujer en sus tres fases: la virgen, la madre y la hechicera. Y aquí nos acercamos más a la figura de la última musa que queremos perfilar.

La tercera señal, la dieron los provenzales: para ellos la dama inspiraba los poemas, pero también era temática central de ellos y objeto de la dedicatoria. Vale decir que era musa que dictaba el poema pero luego lo recibía a modo de homenaje u ofrenda.

Y para Robert Graves y para nosotros, la musa secreta, la musa individual e intransferible de todo poeta, es la mujer amada. El poeta inspirado se conecta con la diosa sólo a través de una mujer en la que ella reside. Es que un poeta verdadero se enamora absolutamente y su amor sincero es para él la encarnación de la musa. Ella es la única que conoce y nos hace conocer la música buscada.

Pero hay más: encontrar a la mujer amada es también construirla. El objeto de nuestro amor es, al menos en parte, una creación nuestra. Amar es inventarse cada día. Creamos con nuestra imaginación a la musa que ha de venir a ayudarnos en nuestras creaciones. Y otra vez aparece esa extraña mezcla de lo propio y de lo ajeno que es el hombre. El hombre persiguiéndose a sí mismo, el hombre estirado hacia el gris porvenir que aún no es. La voz que viene de afuera viene también de adentro. El rasgo más individual de nuestro ser viene también de afuera. Y en el trascartón, esperando, dando a nuestra inspiración el tiempo exiguo de las payadas, está la muerte, que es la otra o la misma musa, la que estuvimos buscando toda la noche.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Construyendo un País Digno

Un Techo Para Mi País – Argentina. Somos una Asociación Civil sin fines de lucro.

¿Cuáles son los valores que embandera su asociación?

Un Techo Para Mi País tiene como visión una Latinoamérica sin extrema pobreza, donde ninguna familia tenga la necesidad de una vivienda mínima y todos tengan las posibilidades de mejorar su calidad de vida. Para esto tenemos una misión: buscamos mejorar la calidad de vida de las familias que actualmente viven en situación de pobreza, a través de la construcción de viviendas de emergencia y planes de habilitación social implementados en un trabajo conjunto entre voluntarios y pobladores. Queremos denunciar la realidad de los asentamientos en que viven millones de personas en Latinoamérica e involucrar a la sociedad en su conjunto, logrando que se comprometan y unan con la tarea de construir un continente más solidario y sin la injusticia de la pobreza. Y nos apoyamos en los siguientes principios, Ser un proyecto liderado por jóvenes. Involucrar a toda la sociedad. Ser una organización sin fines de lucro. Autonomía política y religiosa. No asistencialismo. Confianza y transparencia.

¿Qué los inspiró para conformarse como grupo?
Lo que nos inspiro a comenzar con el proyecto en nuestra ciudad es la necesidad de muchas familias de comenzar a vivir en condiciones dignas, de abandonar la situación de extrema pobreza en la que se encuentran inmersos. El desamparo en que se encuentran estas personas es la principal fuente de inspiración que tiene el creciente voluntariado de "Un Techo para mi País" en nuestra localidad.

¿Qué los une a Ustedes para ayudar a otros?
Somos un grupo de jóvenes que nos unimos con un objetivo específico, trabajar junto a familias que viven en la extrema pobreza. Proponemos un trabajo conjunto, donde el intercambio de dos realidades resulta gratificante para ambas partes, es en un trabajo concreto, un esfuerzo físico conjunto en donde las distintas realidades se acercan.

¿Quiénes son las personas a quienes ayudan?
Trabajamos con aquellas familias que viven en una situación de pobreza, familias que son pobres en oportunidades, pero son personas que tienen los mismos derechos y obligaciones que cualquier otro miembro de la sociedad.

¿Por qué ayudar a los otros?
En este ultimo tiempo el creciente número de organizaciones no gubernamentales está indicando que hay muchísima necesidad en ayudar a diferentes sectores de la sociedad, lo que deja en claro que las partes que deben ocuparse de ello no lo están realizando, siendo esto lo que impulsa a organizaciones como Un Techo Para mi País a ayudar a aquellas personas que más lo necesitan. Sentimos la necesidad de estar junto a los sectores más desprotegidos de la población y dejar en claro que la juventud de Latinoamérica está cada día más comprometida con la realidad que le toca vivir a nuestro continente.

¿Río Cuarto es una sociedad solidaria?
Tenemos la sensación de que Río Cuarto es una sociedad solidaria, por suerte hemos recibido mucho apoyo por parte de las empresas y el sector privado. Quizás es mas difícil comprometer a los jóvenes de la ciudad con la realidad de sus pares, se dificulta a la hora de conseguir voluntarios para las construcciones y para que sigan trabajando con la organización.

¿Solidaridad o caridad?
Solidaridad, nosotros no hacemos caridad, tenemos como principio de nuestra organización el no asistencialismo, las familias pagan el 10% del valor de la vivienda, consiguen los pilotes sobre los que se construye la casa, tienen que tener el terreno limpio, trabajamos juntos en la construcción de la misma. Somos solidarios los unos con los otros, nosotros con la familia y la familia con los voluntarios.

¿Qué metas persiguen en pos de la labor precisa que su grupo encara?
Hacer de Un Techo para mi País la mayor organización de voluntariado juvenil con un gran impacto en Latinoamérica, que logre unificar bajo el sueño de un continente más justo y sin pobreza, a miles de jóvenes que participen y se comprometan en cada uno de los países por este objetivo común latinoamericano. Además buscamos generar y trasmitir conciencia y compromiso para superar la pobreza en que viven millones de familias del continente, denunciando, interpelando y dando a conocer esta situación de formas ingeniosas y con estrategias que permitan posicionar el tema y suscitar interés y preocupación en la opinión pública.

En este camino donde se busca ayudar a los otros, ¿con qué barreras se encuentran?
Tenemos muchas barreras, como por ejemplo el hecho de que las familias estén acostumbradas a que les regalen las cosas. Es impresionante como las personas que viven en los asentamientos creen que el Estado tiene la obligación de darle las cosas, y no es nadie más que el Estado el responsable de ese pensamiento al actuar como lo han hecho a lo largo de la historia. El inconsciente colectivo de la sociedad en que las personas que viven en la pobreza están ahí porque quieren, porque no trabajan, que son todos delincuentes.

¿Cómo creen que se equilibran las injusticias que muchas personas viven en carne propia?
La mejor manera de comenzar a lograr una sociedad más justa es mediante el compromiso general, debemos lograr que la sociedad en su conjunto trabaje en contra de estas desigualdades. La población debe estar concientizada de que una realidad más justa y equitativa es posible en la medida en que todos hagamos nuestro aporte desde nuestros lugares para finalizar con este fenómeno de la pobreza, debemos dejar en claro que la pobreza no es invencible y hay varias maneras de combatirla lo que nos abre la puerta a participar y comprometernos por una Latinoamérica sin extrema pobreza.

¿Por cada persona a la que se le ayuda, creen que se mejora el mundo?
La única manera de mejorar el mundo es mediante el trabajo en conjunto de toda la sociedad en general, nuestra actividad se orienta a ese fin, mejorar un mundo plagado de injusticias que tanto se plasman sobre nuestro continente, desde nuestra posición buscamos aportar un pequeño grano de arena para hacer de este mundo y este continente un lugar más digno y con mejores condiciones de vida para todos sus habitantes.

¿Cómo se puede ser parte de su obra?
Invitamos a los jóvenes a ser parte de nuestro proyecto participando de las distintas áreas que conforman nuestra organización y sumándose como voluntarios en los fines de semana de construcción, por otra parte también existe la posibilidad de que cualquier persona colabore y forme parte mediante otros medios como el plan de socios para de esta manera seguir sustentando las siguientes actividades que la ONG tiene pensado desarrollar en nuestra ciudad.

Datos de interés para que las personas se comuniquen o se acerquen a la institución

Nuestra oficina se encuentra en la calle La Rioja 191 (1° B), también nos pueden contactar por teléfono al 4644280 o visitarnos en nuestra web: www.untechoparamipais.org.ar

El Mate

(Texto choreado alevosamente de otro blog, cuya fuente, a su vez, fue este texto)

El mate no es una bebida, corazones de otro barrio. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En Argentina o en Uruguay nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse.

El mate es exactamente lo contrario que la televisión. Te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás sola. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es “hola” y la segunda “¿unos mates?”. Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos. Los buenos y los hijos de puta.

Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón. Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: ¿Dulce o amargo. El otro responde: -Como tomes vos.

Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie. Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es porque ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera. Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solos. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones.

El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores… Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena, la charla, no el mate. Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y viceversa. Es la sinceridad para decir: basta, cambiá la yerba! Es el compañerismo hecho momento. Es la sensibilidad al agua hirviendo. Es el cariño para preguntar, estúpidamente, ¿está caliente, no? Es la modestia de quien ceba el mejor mate. Es la generosidad de dar hasta el final. Es la hospitalidad de la invitación. Es la justicia de uno por uno. Es la obligación de decir “gracias”, al menos una vez al día. Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir. Ahora vos sabés, un mate no es sólo un mate… ¿Calentás el agua??