LA FRASE

"¿La diferencia entre Erótico y Pornográfico? erótico es usar un pluma; pornografía es usar la gallina entera..."
Robin Williams, en Weapons of Self Destruction

jueves, 3 de abril de 2008

Kiosco del negro (parte II)

RELEVAMIENTO GEOGRAFICO DEL LOCAL

Con el propósito de hacer más fácil para el ocasional lector la comprensión de todos estos informes, me dirigí a la casa de mi amigo Anselmo Guidens, Cartógrafo de profesión, y actor de ilusión, para que realizara un relevamiento geográfico del lugar. Como “la Gente del kiosco” no podía sospechar que estaban siendo espiados, Guidens, se hizo pasar por ocasional cliente, y gracias a su memoria fotográfica pudo captar la geografía del kiosco en los pocos segundos que duró su conversación con la persona que estaba atendiendo, a quien no pudo describir porque estaba mas ocupado viendo el lugar que mirándole la cara. A pedido de Guidens, quien sueña con que alguien descubra sus rasgos actorales, paso a transcribir la conversación que él mismo dice tuvo con el que lo atendió. La conversación fue la siguiente:

Anselmo: Buenas tardes Sr. quiosquero, ¿como dice que le va? (dicho en mal tono actoral)

Kiosquero: Buenas papi… acá andamos, renegando un poco con estos chicos que no quieren ir a calentar el agua pa´l mate.

A: je je…que le vamo a hacer…esta juventud…

K: si…si… ¿Q vas a llevar papi?

A: si, dame el cigarrillo inglés

K: están todos en ingles, ¿cuál va a ser?

A: ahh! Ja ja tiene razón… “Gold Leaf” será.

K: acá están papa… son $3.35

A: bueno…acá están, muchas gracias…hasta luego.

K: gracias a vos papá… ¡que te vaya bien!

De esos 2 minutos en el kiosco, surgió el siguiente informe de mi amigo Guidens.
El kiosco está ubicado a 20 metros de una esquina, en un local de un edificio de la calle del creador del Código Civil, en la ciudad del Imperio (este dato es irrelevante, ya dijimos que el local queda en dicha ciudad). Desde la entrada, mirando hacia fuera, a la derecha encontramos la entrada al edificio luego de subir 2 escalones; y mas a la derecha un ciber llamado “La Comarca” (dicen del mismo dueño del kiosco en asociación-ilícita, acotaron- con otro personaje y que funciona como nuevo lugar de reunión para esta gente) y hacia la esquina existe una parada de algunas líneas de colectivo urbano (líneas 1; 5; 2; 6).
A la izquierda hay un edificio de unos 4 pisos y un local de venta de vidrios y otros artículos afines.
Frente al local hay 2 edificios, uno de 4 pisos y otro de 2; llenos de clientes regulares del local. A la derecha del edificio mas enfrentado al kiosco (viendo desde el kiosco), se ubica un centro de copiado. A la izquierda del otro edificio, existe una farmacia a la que se lleva “el cambio” (montones de monedas y billetes de bajo valor) para cambiarlo[1].
La fachada del kiosco está compuesta por una puerta y un ventanal grande actualmente ploteado con el nombre del local y datos sobre los servicios allí ofrecidos. Afuera residen 2 carteles, uno que dice “fotocopias”, ubicado casi en el cordón de la vereda; y otro con los precios de varias medidas de gaseosa de una marca especial, ubicado casi en la entrada del local (que suele oficiar de apoyo para los que van a fumarse un cigarrillo). También hay puestos 2 carteles lumínicos puestos sobre una pared del edificio, q dicen “Telecom”, dando a entender la existencia de cabinas telefónicas dentro del local; y “Brahma”, anunciando la venta de esta bebida en el local (también funciona como bebida inspiradora y acompañante en las famosas reuniones del kiosco).
Al entrar, uno inmediatamente se encuentra con 2 cabinas telefónicas hacia la derecha[2], arriba de las cuales funciona un “depósito” de hojas para las maquinas fotocopiadoras; mas adelante el mostrador principal con puchos (cigarrilos, cigarros) y encendedores arriba, y golosinas debajo; al lado de éste otro mostrador de una marca particular (que no vamos a nombrar porque, a pesar de mi insistencia, no han querido patrocinar la publicación de estos informes). Frente a estos artefactos se ubican 3 heladeras con gaseosas varias; cervezas (una dedicada exclusivamente a este producto en especial, que sirve de elixir inspirador durante las reuniones nocturnas); vinos; lácteos y algunos alfajores, entre otras cosas. Al lado de esas heladeras una estantería con galletitas. Y cerrando el cuadrilátero de los clientes está el famoso mostrador detrás del cual se reúnen los personajes del kiosco, y hay 2 fotocopiadoras, 5 banquetas para comodidad de los participantes de los encuentros (dicen que son casuales, simplemente va apareciendo gente y comienzan a hablar). Atrás hay otras estanterías con otros artículos, preferentemente de lo que se denomina “almacén”. Al final a la derecha, está la puerta de la “administración”.[3]
Entre 2 de los mostradores hay un “paso” hacia el lugar donde se producen las tertulias.
De este informe surgen algunas conclusiones, a saber:

1. que el local está ubicado en una zona preferencial debido a la cantidad de edificios que lo rodean, la mayoría habitados por estudiantes sedientos de fotocopias y bebidas, sobre todo de noche (a los edificios descriptos cabe agregar 2 en una calle perpendicular al local, y otro casi 100 metros bajando la calle; mas la policía federal. Estos datos no fueron recopilados por el cartógrafo porque apenas salió del kiosco inició una caza desesperada de una Señorita que pasaba por allí que terminó en un fulminante cachetazo propinado al cartógrafo 3 cuadras subiendo la calle.), y q esto les debe dar buenos réditos, que posibilitan el mantenimiento de la infraestructura y la “fachada de simple local de venta” a esta “Gente del Kiosco”.

2. Que debido a la variedad y cantidad de cosas allí exhibidas, la gente común no llega a darse cuenta de las tertulias que detrás de los mostradores se desarrollan, porque se encuentran ocupados tratando de encontrar lo que buscaban y tratando de evitar irse con las manos llenas de otras cosas que no necesitan, gracias a las ávidas mentes vendedoras de los que allí trabajan. Personalmente he llegado a ver gente que venía a comprar algún snack (papas fritas, como se dice comúnmente), y termina llevándose las frituras, una cerveza para saciar la sed, un chocolate a modo de postre, y un comprimido de venta libre para el malestar estomacal que surge después de tanta mezcla.

Algunos clientes regulares del local se dan cuenta de que, detrás del mostrador del fondo, se desarrollan interesantes reuniones, pero fingen indiferencia (ya sea porque sus almas ocupadas no dejan que se interesen por lo que allí sucede; o simplemente porque les importa un corno lo que pasa), o tratan de acercarse a las rondas de conversación logrando solamente una desviación del tema o alguna acotación oportuna, que termina perdiéndose en el mar de comentarios desarrollados.

3. Que el hecho de que el local esté dentro de la infraestructura de uno de los edificios del barrio, hace que la gente que habita el mismo, sea mas propensa a llegarse hasta el local, hacerse miembro del grupo con mas facilidad (y llegar a obtener los beneficios de esa membresía), e incluso a ser el anfitrión de algunas de las veladas llevadas a cabo por “La Gente del Kiosco”. Personalmente he asistido a varias de ellas, con variados fines superfluos que hacen luego al comienzo de las divagaciones, tales como algún aniversario de nacimiento; fechas cumbres como el día del amigo, el comienzo de la primavera, el día de la escarapela, etc.; o simplemente ocurren luego de decir en voz alta el código: “¿¡cuánto hace que no comemos un asado!?”.[4]

De hecho, en la actualidad, soy uno de los pocos actuales miembros de la logia[5] que no vive dentro del edificio, o en sus inmediaciones. Hay miembros denominados “viejos” (no por su edad sino por su cantidad de años en el grupo) que ya no viven cerca del kiosco, pero siguen viniendo, aunque mas esporádicamente; y otros que nunca vivieron cerca, pero que siempre se acercan al lugar mas no sea por un rato.

4. Que lo que diferencia “miembros” de “clientes” no es el hecho de hacer compras en el local; tampoco sirven para diferenciarlos cosas como el “saludo del Kiosco”, que se les da a todos los clientes regulares; o el hecho de tomar un mate con los miembros, porque se les suele convidar con esta infusión a muchos extraños a la logia; o el hecho de asistir alguna vez a un asado o salida. Lo que los diferencia es el hecho de poder pasar detrás del último mostrador, y de participar en las tertulias, teniendo voz y voto, aunque no se los ejerza.



[1] Esta ceremonia de intercambio está mas detallada en el capitulo “del funcionamiento del kiosco”

[2] que hacen a la existencia del cartel luminoso ubicado fuera del local.

[3] que ya dijimos, es un baño.

[4] Sobre las reuniones ver al capitulo dedicado a ellas.

[5] Esta denominación es valida para el grupo denominado “Gente del Kiosco”, debido a que cuentan con un saludo propio, nombres clave para cada persona y otras ceremonias propias de una secta secreta.

4 comentarios:

だにえる dijo...

Definitivamente estupefactante el post del kiosco, cada vez se pone mejor, tenes q hacer q pase el del sueño tuyo, ese tal eddie murphy...weno ya te dejo una botella mas, la proxima sera de ferné, y ya sabe de marca toy hablando...ja ne!

だにえる dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
だにえる dijo...

*estupefactante: dicese de la persona q siendo mayor 18 años aun es lactante y consume estupefacientes por via perinatal, pero lo realiza con un alto grado de asombro...

Nomen Nescio dijo...

jajajaja te suprimis tus propios comments!!! sos un grosso!!!