LA FRASE

"¿La diferencia entre Erótico y Pornográfico? erótico es usar un pluma; pornografía es usar la gallina entera..."
Robin Williams, en Weapons of Self Destruction

sábado, 12 de abril de 2008

Kiosco del Negro (parte III)

EL ARTÍCULO QUE NUNCA SE VENDE:

Como todo lugar de aprovisionamiento de cosas comestibles, el Kiosco del Negro está lleno de artículos para su venta, así como también para alimento de la gente detrás del último mostrador. Algunos artículos son de venderse mucho y muy rápido, como por ejemplo los cigarrillos, las cervezas, caramelos, tarjetas telefónicas, galletitas, cervezas otra vez, etc.

Así como hay artículos de mucha venta, existen otros que no salen tanto, y dentro de este grupo existen un par de artículos q nunca han sido vendidos. Tal es el caso del “paquete de caramelos” ubicado en uno de los mostradores. Algunos le echan la culpa al hecho de la falta de propaganda del artículo. Pero estos son los menos, la mayoría de la gente sabia del kiosco dice que ese producto está destinado a ser vendido al Dios en persona; no se sabe si a Dios, a Buda, a Alá, a Maradona, al loco del edificio de al lado que tiene una novia muy hermosa (Dios en este caso es la novia, el loco viene a ser como un perrito de compañía), en fin, no se sabe a quien le corresponde la denominación “Dios” (o Diosa), pero lo que se sabe es que el paquete de caramelos está destinado a esa persona.

Las razones para sostener esta teoría son de muy diversa índole, lo que ha dado lugar a varias escuelas de pensamiento destinadas a brindar razones para sostener su tesis y a infructuosas salidas fuera del barrio para conseguir adeptos a sus tesis, pero casi siempre son echados a patadas.

La primera de esas escuelas es la denominada “fatalista”, que nos dice que no es que un Dios está por venir a buscar ese paquete de caramelos, sino que es el diablo el que ha creado esta leyenda para ocultar lo que realmente pasa a quien quiere comprar ese paquete, que es que se gana un viaje de ida al infierno. Los fatalistas sostienen su tesis en base a varios casos de personas que inmediatamente después de comprar el paquete de caramelos, mueren.

Tal es el caso de Juan X (nombran a las personas así, para mantener la anonimidad de estos difuntos) quien inmediatamente después de salir del kiosco con el paquete en la mano, es atropellado por una jauría de perros enloquecidos, que venían arrastrando a su paseador desde hacia 4 cuadras. Juan X muere inmediatamente después de que lo pasan por arriba 7 labradores y 4 dogos.

Otro de los casos es el de Agustina V, quien salió del kiosco, cruzó la calle y se le cayó un piano en la cabeza en la vereda de enfrente. El piano de cola de 200 Kg. estaba siendo subido al tercer piso del edificio ubicado frente al kiosco.[1]

El tercer caso que presentaremos aquí es el de Andrés G, quien al tocar el paquete con las manos, murió por combustión espontánea.

Los demás casos pueden ser leídos en el panfleto que los fatalista reparten en la placita Racedo.

Dicen que el negro, en base a esta teoría, le quiso encajar una vez el paquete al pelado del edificio, pero que después fue persuadido de no hacerlo.

Otra escuela es la llamada “Escuela de Pepe”. Esta institución se basa solamente en el sueño que tuvo una vez José (Pepe) en el cual Dios le decía que cuidara ese paquete porque él lo iba a ir a buscar un día de estos, ya que en el cielo no se conseguían esos caramelos; y que si se lo cuidaba, Pepe y quien lo ayude serian recompensados con el poder de atraer a las mujeres eternamente.

Desde ese día, Pepe y sus colaboradores echan a patadas del kiosco a todo aquel que trate de comprar ese paquete de caramelos, a todo el que lo mire, e incluso a todo aquel que quiera comprar caramelos. Si uno se para en la vereda de enfrente del kiosco, se podrá maravillar de cómo salen corriendo los clientes como si fueran maratonistas, para no ser alcanzados por esa jauría de fervientes creyentes en el sueño de Pepe, que salen tirando patadas, puñetazos, banquitos, escupitajos, zapatillas y todo tipo de objetos contundentes; y suelen correr a las personas por 2 ó 3 cuadras.

Tanta paranoia ha obligado al Negro a tener que recurrir a algunas artimañas para poder vender caramelos. Entre ellas está la de cambiar el nombre de los artículos comúnmente denominados “caramelos” por el de “sustancia”. Pero esta estrategia le trajo problemas con la policía, ya que unos oficiales escucharon una tarde de Abril que un pibe le decía a otro que iba a comprar “sustancia” al kiosco del negro, y en seguida pensaron que se trataba de drogas, con lo que se organizó un operativo al instante que nos trajo como consecuencia 2 días de arresto para todos los que nos encontrábamos en el kiosco en ese momento, hasta que se aclaró la situación. Además del “tole tole” que se armó cuando nos quisieron sacar del kiosco mientras tomábamos cerveza, lo que hizo enervar los ánimos de algunos de nosotros y empezó la pelea a puro palo y botellazo limpio.

Desde entonces los caramelos se los denomina con el nombre genérico de “masticables” (por mas que no lo sean), por miedo a otra represalia por parte de la policía.

Dentro de las escuelas más importantes, nos quedan 2 por nombrar. Una de ellas es la “Escuela del Culto del Paquete de Caramelos”, quien tiene la ferviente creencia de que el producto, no va a ser venido a buscar por Dios, sino que es Dios el paquete, y que se ha transformado en ese paquete para tomarse unas vacaciones de un par de siglos, mientras sus ayudantes se ocupan del cielo y la tierra. Esto explicaría muchas de las cosas que han pasado en el mundo en este pasado siglo, y de lo que vendrá.

Esta escuela no ha logrado muchos adeptos, como todas las otras, y prácticamente está en vías de extinción. Dicen que el único que actualmente sigue esta escuela es Pacheco, pero yo se que él pertenece a la escuela de José, porque me lo ha contado y porque lo he visto revoleando cosas a la gente entre la turba de seguidores de José.

La otra escuela que nombraremos es relativamente nueva, y se aparta de toda creencia religiosa sobre el tema. Es la “Escuela Racionalista de los ex Reponedores”, creada por Daniel, alias “Tecla”. Esta escuela dice que no hay nada de supersticioso en el paquete, el problema que este tiene es que está escondido detrás una caja de chicles, y que, por esta razón nadie lo ve, o son pocos los que ven este misterioso paquete. Además, agrega esta escuela, el paquete contiene unos caramelos muy feos que no le gustan a casi nadie; y los pocos que gustan de esos caramelos son corridos por uno u otro grupo de fanáticos, por esto es que no se venden.

Tecla y sus seguidores, un flaco que vino un día con él (que luego descubrimos que había sido sobornado para apoyar la tesis) han sido perseguidos por todas las escuelas del kiosco cada vez que se habla del tema. Pero él continua sosteniendo su teoría.

Yo creo que después de tantas palizas que le han dado los demás fanáticos se ha vuelto loco.

Las demás escuelas no son dignas de ser nombradas en este informe, porque se convertiría en una historia sin fin. Cada escuela tiene sus seguidores (por mas q sea uno solo, el creador) y a la vez algunas escuelas se dividen en 2 ó 3 subescuelas, que imparten sus doctrinas (normalmente nombradas como “neo”, “pos” o “anti” algo). Otras ya ni siquiera existen. Cada una tiene su historia que relataré en mi próximo libro “De las Escuelas que tratan del significado del Paquete de Caramelos que nunca se vende en el Kiosco del Negro”.



[1] Para ubicación ver el capitulo dedicado a la geografía del kiosco y alrededores.

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