GOL
El gol es el orgasmo del fútbol. Como el orgasmo, el
gol es cada vez menos frecuente en la vida moderna.
Hace medio siglo, era raro que un partido terminara
sin goles:0 a 0, dos bocas abiertas, dos bostezos. Ahora,
los once jugadores se pasan todo el partido colgados del
travesaño, dedicados a evitar los goles y sin tiempo para
hacerlos.
El entusiasmo que se desata cada vez que la bala blan-
ca sacude la red puede parecer misterio o locura, pero
hay que tener en cuenta que el milagro se da poco.
El gol, aunque sea un golecito, resulta siempre
gooooooooooooooooooooooool en la garganta de los rela-
tores de radio, un do de pecho capaz de dejar a Caruso
mudo para siempre, y la multitud delira y el estadio se
olvida de que es de cemento y se desprende de la tierra y
se va al aire.
El gol es el orgasmo del fútbol. Como el orgasmo, el
gol es cada vez menos frecuente en la vida moderna.
Hace medio siglo, era raro que un partido terminara
sin goles:0 a 0, dos bocas abiertas, dos bostezos. Ahora,
los once jugadores se pasan todo el partido colgados del
travesaño, dedicados a evitar los goles y sin tiempo para
hacerlos.
El entusiasmo que se desata cada vez que la bala blan-
ca sacude la red puede parecer misterio o locura, pero
hay que tener en cuenta que el milagro se da poco.
El gol, aunque sea un golecito, resulta siempre
gooooooooooooooooooooooool en la garganta de los rela-
tores de radio, un do de pecho capaz de dejar a Caruso
mudo para siempre, y la multitud delira y el estadio se
olvida de que es de cemento y se desprende de la tierra y
se va al aire.
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